México deberá cumplir nuevas disposiciones para movimientos transfronterizos de residuos peligrosos y plásticos

● De enero a agosto de 2020, las exportaciones de desechos plásticos de EU a México aumentó 29%

Medio Ambiente / Lidia Rita Bonilla Delgado / 27 de enero de 2021

  • T-MEC contradice la Enmienda de Plásticos del Convenio de Basilea, alertan ONG

Ciudad de México.- Organizaciones integrantes de la Alianza Global para Alternativas a la Incineración (GAIA  por sus siglas en inglés, Global  Alliance for Incinerator Alternatives) Acción Ecológica, Academia Mexicana de Derecho Ambiental, Asociación Ecológica Santo Tomás, Frontera Comunes, Greenpeace, Laboratorio de Investigación en Desarrollo Comunitario y Sustentabilidad  presentaron su reporte titulado “Cuando la basura plástica nos alcanzó y nos rebasó. Escenario mexicano frente a la entrada en vigor de la Enmienda de Plásticos del Convenio de Basilea: Claves aproximaciones y alternativas para entender y enfrentar la crisis por contaminación plástica,  en el que hacen un llamado urgente al gobierno de  México a cumplir firme y ambiciosamente con la instrumentación de la Enmienda de Plásticos del  Convenio de Basilea  y prohibir importaciones de residuos plásticos tóxicos y contaminados para su incineración y/o coprocesamiento, debido a que  la mayoría de éstos no pueden ser reciclados, por lo que  terminan quemándose en hornos cementeros, en tiraderos de basura, cuerpos  de agua, océanos, áreas naturales protegidas, en la ciudad, en el campo,  deteriorando los ecosistemas y dañando la salud humana.

Esta Enmienda es una modificación formal a las disposiciones del Convenio de Basilea  que tiene como  objetivo atender la alta contaminación generada por los residuos plásticos a nivel mundial, tanto  en el medio marino, como en las poblaciones locales de los países más pobres, afectados por las  exportaciones de éstos y de otro tipo de residuos provenientes de países más ricos y desarrollados y tiene el propósito de proteger a los países menos desarrollados y promover la justicia ambiental para  mejorar el control de los movimientos  transfronterizos de los desechos plásticos y reforzar la aplicación del Convenio debido  al elevado y rápido aumento de los niveles de basura plástica y microplásticos marinos.

“Cumplir cabalmente con la Enmienda de Plásticos del  Convenio de Basilea -del que México es firmante-, significará una oportunidad histórica para que México desarrolle  políticas públicas dirigidas a atender el  problema de la contaminación plástica desde su producción hasta  el final de su vida útil, transitar hacia modelos  de prevención y reducción y no de gestión y remediación ya que esto sería continuar en el mismo esquema de instrumentar modelos contaminantes de gestión de desechos plásticos  como lo es la incineración, coprocesamiento o cualquier forma de  tratamiento térmico-reciclaje energético”, señaló Ornela Garelli, especialista en Consumo responsable y cambio climático de Greenpeace México.

Cada año se producen mundialmente un estimado de cuatrocientos millones  de toneladas de desechos peligrosos. El Convenio de Basilea es el tratado internacional que tiene por objeto regular los  movimientos transfronterizos (importaciones, exportaciones) de residuos peligrosos y  sustancias que representan un riesgo para la salud humana y el ambiente y ahora con la  enmienda de Noruega (también conocida así la enmienda de plásticos) se regularán también desechos plásticos contaminados aunque no caigan en la categoría de residuos peligrosos.

La Enmienda de plásticos es una medida vinculante que por primera vez regula el flujo internacional de los residuos plásticos para proteger la salud y el ambiente de países en desventaja ante el comercio mundial de estos desechos y representa un hito, que se espera cambie el  comercio de los desechos plásticos de manera global, -ya que antes no existían regulaciones  internacionales para el flujo de plásticos conocidos como “no peligrosos”-. “Estos cambios deben llevar a México al establecimiento de políticas públicas más claras y contundentes, dirigidas a resolver el problema de raíz y no solo a establecer medidas de mitigación de “reciclaje” y tratamiento térmico , que es lo que está generando esta devastación ambiental planetaria sin precedentes”.  Se deben de prohibir los plásticos de un solo uso en todo el país y evitar la fabricación de plásticos con aditivos tóxicos -los cuáles no desaparecen ni con su reciclaje ni con la incineración-  ya que también provocan alteraciones hormonales entre otros padecimientos, declaró Marisa Jacott,  directora de Fronteras Comunes. 

México, en aras de proteger al medio ambiente y la  salud, deberá aplicar el Convenio de Basilea para las importaciones  de plásticos provenientes de todos los países del mundo, incluso de  Estados Unidos y deberá ser más ambicioso y no aceptar importaciones  de desechos plásticos que tengan como destino final la incineración y el  coprocesamiento.

En ese sentido las organizaciones que elaboramos este reporte alertamos que en el listado de fracciones arancelarias del  T-MEC16 se contemplan un serie de materiales y residuos que pudieran estar relacionadas con  plásticos regulados en las enmiendas del Convenio de Basilea, y que quedaron establecidas  en el tratado comercial de manera ambigua y como mercancías libres de aranceles.

“De por sí existen graves inconsistencias y subregistro  en la información generada a nivel nacional entre  la Semarnat y por su ente  descentralizado, la Procuraduría Federal de Protección  al Ambiente (Profepa)  para la identificación de movimientos transfronterizos de residuos peligrosos (RP), y de plásticos en nuestro país; existe muy poca información sobre importaciones y exportaciones por parte de la Secretaría de Economía;   y además pudimos contrastar con información extranjera, el incremento en las exportaciones de residuos peligrosos  y desechos plásticos a México provenientes de Estados Unidos, en la que los reportes de exportaciones del país vecino son superiores a los reportados por el gobierno mexicano como importaciones, tan sólo durante el año 2020, señalo José Manuel Arias Rodriguez, de la Asociacion Ecologica Santo Tomás

Estos últimos datos son proporcionados por  la organización norteamericana The Last  Beach Cleanup, con información del departamento de Comercio de Estados Unidos y señalan que se están presentando aumentos  significativos en las exportaciones de desechos plásticos de Estados Unidos al mundo, entre ellos  hacia México siendo estas en agosto de 2020, exportaciones récord de EU a México  por 6,7  millones de kg /mes.

“Es importante mencionar que los registros de The Last Beach Cleanup sobre exportación  de plásticos de los Estados Unidos a México es diez veces mayor a lo registros de la Profepa para importaciones plásticas durante este año y qué a decir de los registros de la Semarnat que al mes  de agosto de este año no registran importaciones de desechos plásticos. Este dato es alarmante ya que muestra un subregistro y mala contabilidad de estos residuos por parte del Gobierno Mexicano”, recalcó Arias Rodriguez

Como organizaciones integrantes de GAIA, señalamos que es inaplazable el desarrollo de un verdadero  diagnóstico de toda esta problemática tan compleja y multidimensional  generada por los desechos plásticos en México y se desarrolle una política de Basura Cero y la incorporación de la Responsabilidad Extendida del Productor -también promovida por el Convenio de Basilea-para atenderla. Finalmente  los encargados de la política ambiental y en particular la Semarnat para el tema  de residuos y los nuevos desechos plásticos que estarán regulados para su  movimiento transfronterizo, deberán hacer públicos cuanto antes los criterios  que aplicarán como país para autorizar o no una solicitud de importación de  desechos plásticos y reiteramos nuestro llamado a no autorizar importaciones  de desechos plásticos cuyo destino final sea la incineración, coprocesamiento  o cualquier forma de tratamiento térmico.  

Así mismo exhortamos al gobierno federal que promueva en las entidades federativas y los municipios planes de Basura Cero como una herramienta eficaz en el manejo sustentable de los residuos. De igual forma demandamos que ante el embate que sufren las comunidades por la presión de la industria cementera para convertirse en el destino final de los residuos, se busquen leyes y reglamentos que prohíban la incineración llámese waste to energy o coprocesamiento.