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La CIDH concluye con destacados resultados el 2020

Cuarto año de Programa de Superación del Atraso Procesal

Derechos Humanos / Lidia Rita Bonilla Delgado / 1 de febrero de 2021

1 de febrero de 2021 Washington, D.C.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presenta un nuevo balance sobre los resultados obtenidos en su programa de superación del atraso procesal cuyo principal objetivo es contribuir al desarrollo de una justicia interamericana más efectiva y accesible para la reparación integral de las víctimas.

En estos cuatro años de ejecución de su Plan Estratégico, la CIDH adoptó diversas medidas que han incluido nuevas metodologías de trabajo, una reorganización interna de la Secretaria Ejecutiva, y la planificación estratégica en su sistema de casos y peticiones. Entre las más importantes se destaca la creación de una Secretaría Ejecutiva Adjunta dedicada exclusivamente al sistema de casos y peticiones; el refuerzo del equipo; el fortalecimiento de la sección de tramitación; así como, la adopción de sistematización de criterios de admisibilidad y de fondo, de modelos y líneas temáticas de trabajo; y la priorización del impulso de las soluciones amistosas. Al cumplir 4 años de ejecución de su plan, se presenta un nuevo informe de balance de los resultados de estas medidas adoptadas en un proceso intenso y progresivo, con el objeto de transparentar los procesos y los resultados obtenidos.

La CIDH recuerda la centralidad que tiene el sistema de peticiones y casos en su mandato y la relevancia que ha tenido en la promoción y protección de los derechos humanos en el hemisferio, tanto a nivel individual como colectivo y estructural, siendo el primer órgano internacional en tramitar peticiones individuales y que en los últimos 20 años acumuló un atraso considerable. Este rezago ha llegado a records históricos de peticiones pendientes de estudio inicial (aproximadamente 13 mil) y de peticiones en etapa de admisibilidad y de fondo (promedio de 3.500). Asimismo, ha significado un retraso de más de 25 años en la etapa de fondo; más de 15 años en admisibilidad; procesos de solución amistosa que habían demorado más de 20 años de negociación; y una tramitación con retrasos considerables.

El retraso procesal tiene un impacto negativo sobre todas las personas usuarias del sistema, y de manera especial sobre las víctimas de violaciones a los derechos humanos que no reciben una respuesta oportuna a sus peticiones. Esta ha sido una constante preocupación de la CIDH, y así lo estableció de manera prioritaria en el primer objetivo de su Plan Estratégico 2017-2021.

La Comisión es consciente que este proceso de superación del atraso procesal debe continuar, y que para enfrentar y resolver este atraso crónico debe seguir profundizando y afianzando las medidas adoptadas, aprender de las lecciones que ha dado este proceso, y adoptar medidas adicionales decisivas para poder efectivamente lograr una justicia interamericana más efectiva, oportuna e integral. El proceso requiere del trabajo conjunto de todas las partes del sistema interamericano, y fundamentalmente de los Estados miembros. Una parte importante de los resultados obtenidos obedecen a la duplicación del presupuesto regular que los Estados otorgaron al sistema interamericano en 2017, así como a los aportes de fondos específicos de Estados partes de la OEA y observadores. La Comisión reconoce también los aportes y el apoyo de la sociedad civil, pilar estructural del sistema interamericano, sin la cual estos avances no habrían sido posibles.
Tan pronto como se decidió la duplicación del presupuesto, ambos órganos del sistema se comprometieron a proseguir con transparencia y responsabilidad en la adopción de medidas para ser más eficientes y lograr que las personas del hemisferio puedan ejercer sus derechos humanos.

En seguimiento de este compromiso constante, la CIDH comunica con gran satisfacción los resultados de estos 4 años de medidas adoptadas para superar el atraso procesal:

Metodología
La Comisión ha privilegiado la atención de los casos por orden cronológico, por el orden en que se han presentado las peticiones, de tal manera de resolver el atraso crónico. Este ha sido el criterio estricto aplicado en estudiar las peticiones, y en las etapas de admisibilidad y fondo de manera prioritaria, con el fin de avanzar, resolviendo todas las peticiones y casos pendientes. En este sentido, durante 2020 se priorizó la atención de todos los casos anteriores al año 2000, para no tener más de 20 años de atraso en etapa de fondo; y a 2010 en admisibilidad, de para no tener más de 10 años de atraso en esta etapa.

En este proceso, se privilegió la organización del equipo y de los expedientes de modo a tener claridad en relación con la magnitud del atraso procesal y en el orden cronológico, la CIDH resolvió informes de admisibilidad en los que atendió situaciones relaciones grupos amplios de víctimas, como comunidades indígenas; casos relacionados con violaciones a derechos humanos fundamentales como vida, integridad y libertad personal; casos relativos a ejercicio de la libertad de expresión en el contexto de campañas electorales; al derecho al acceso a pensiones y otros temas relevantes de derechos económicos, sociales, culturales y ambientales; así como temas estructurales en la región como el respeto al debido proceso en casos de sanciones aplicadas a operadores de justicia; y temas novedosos y actuales, como el matrimonio igualitario y la trata de personas. Bajo este criterio se resolvió también en la etapa de fondo, casos históricos de gran trascendencia en la región, que no habían sido atendidos debido a la extensión y complejidad de los respectivos expedientes y que asimismo le permitieron pronunciarse sobre importantes aspectos de orden público interamericano, como lo son, entre otras temáticas, la prevención e investigación de actos terroristas y graves violaciones a derechos humanos. Lo anterior es especialmente destacable en un año en que las condiciones laborales se han dificultado por la pandemia de COVID 19.