Sin esperanza están los conservadores de recuperar el poder

Columnistas / Rene Fco. Martinez Alzaga / 16 de agosto de 2023

La corrupción en los partidos políticos ha sido un problema de antaño en México, y es particularmente frecuente dentro de los gobiernos de derecha, lo que por supuesto, no excluye a otros de diferente ideología,

Estos partidos, que afirman priorizar las políticas orientadas al mercado y los valores conservadores, a menudo sucumben a las tentaciones del poder y se involucran en prácticas poco éticas que socavan el proceso democrático, el mismo que aseguran defender a capa y espada.

De hecho, actualmente, se encuentran inmersos en ejercicios que simulan ser democráticos para la selección de sus candidatos. En igual situación están los de izquierda, y también hay quejas de corcholatas sobre posible manipulación cupular.

Mientras tanto, las encuestas, en todas las de prestigio al menos, morena y aliados, incluso solos, rebasan 2 a 1 a los llamados conservadores, se presagia su derrota para el 2024.

Un problema específico que afecta a los gobiernos de derecha es la distribución injusta de los recursos. En lugar de utilizar fondos públicos para proporcionar servicios esenciales y apoyo a las poblaciones más vulnerables, los políticos de estos partidos a menudo desvían estos recursos para beneficio personal o para beneficiar a sus aliados políticos. Como resultado, los programas sociales están subfinanciados, lo que deja a las personas en situación de pobreza sin acceso a recursos vitales como educación, atención médica e infraestructura.

El soborno es otra forma común de corrupción dentro de los partidos políticos de derecha.

Los políticos a menudo aceptan sobornos de personas o corporaciones adineradas a cambio de políticas o contratos favorables. Esto no solo perpetúa la desigualdad económica, sino que también socava los principios de equidad e igualdad de oportunidades. Los intereses de la élite adinerada se priorizan sobre las necesidades de la mayoría, profundizando las divisiones sociales y exacerbando los niveles de pobreza.

El nepotismo también es rampante dentro de los gobiernos de derecha, con políticos que nombran a familiares o amigos cercanos para puestos clave de poder, sin importar calificaciones o experiencia.

Esta práctica no solo socava la meritocracia sino que también erosiona la confianza pública en la capacidad del gobierno para tomar decisiones imparciales y racionales.

La percepción de que las posiciones de poder se obtienen a través de conexiones personales en lugar de competencia alimenta aún más la desilusión pública con el sistema político.

El impacto de la corrupción dentro de los gobiernos de derecha es devastador para la sociedad mexicana. El aumento de los niveles de pobreza y la falta de acceso a los servicios esenciales perpetúan la desigualdad sistémica, y las poblaciones más vulnerables son las más afectadas por estas injusticias.

Además, la erosión de la confianza pública en en sus administraciones, por ello, es difícil que hagan huesos viejos cuando ganan una elección.

Hasta la próxima

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